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Educación institucional Vs. Home School

¿Cuáles son las diferencias, ventajas y oportunidades de estas dos modalidades educativas?

Ante el cierre de escuelas debido a la contingencia por la pandemia de coronavirus, tanto padres como hijos se enfrentan al enorme reto de adaptarse a la enseñanza en casa. Para las familias que ya practican el homeschooling o educación en el hogar, esta transición no representará muchos cambios, sin embargo, para aquellas familias cuyos hijos cuentan con una educación tradicional, estos meses de cuarentena han sido todo un reto.

Al día de hoy, toda la educación es hecha en casa. Ahora, esto no significa que una escuela privada como el Colegio Bilingüe Báltico de servicio de “homeschool”. La diferencia radica en que la educación institucional se sigue basando en un salón, en las actividades de equipo y el conocimiento grupal. La educación en casa, previo a la pandemia, se refería a una forma de aprender singular, donde tienes un profesor único que te enseña de diferentes materias, pero solamente hacia un estudiante. Cuando un niño o adolescente deja la escuela institucionalizada para recibir su educación en casa, lo que se conoce como homeschooling, tiene que pasar por un proceso que se le conoce en esa comunidad como “desescolarización”. A diferencia del método educativo que es la educación en el hogar, la desescolarización es un periodo donde el estudiante se adapta a su nuevo ambiente y manera de aprender, lejos de maestros y estudiantes. Aunque la desescolarización se enfoca en la transición de abandonar la escuela tradicional e institucionalizada para enfocarse en el “homeschooling”, debido a la situación del COVID-19 esta es una realidad que actualmente están viviendo el 95 % de niños y niñas en América Latina y el Caribe. Saber qué es la desescolarización ayuda a los papás a tener expectativas realistas sobre cómo se ajustan sus hijos a la educación en casa ante esta nueva realidad temporal.

Consejos para una desescolarización exitosa.

  1. Leer. Suena como un paso simple, pero no siempre es sencillo. Después de estar expuesto por horas a una pantalla, los niños necesitan tener diferentes actividades que les cambien el ambiente y rutina. Leer libros, historietas o cuentos es muy bueno ya que estimula la creatividad y ayuda a desarrollar una mayor capacidad de concentración y enfoque.
  2. Moverse. Ya sea bailando su canción favorita, o siguiendo una rutina de ejercicios, es importante que los niños y adolescentes tengan al menos 30 minutos de actividad física. Esto ayuda a tener establecida una rutina sana, como lo es también dormir a una hora adecuada y comer correcta y oportunamente.
  3. Usar internet. Sí. Así como suena, tras tener un ocupado día en la escuela ‘por internet’, también se debe permitir a los niños tiempo para que puedan ver/escuchar/jugar lo que a ellos les guste que pueden encontrar en línea. Usar internet también puede incluir videollamadas a familiares y amigos.
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